DEUTERONOMIO CAP. 8: 1-11
Y dio comienzo al mensaje con esta frase “Que pronto se olvidan” es mas que un proverbio. Los aficionados a los deportes olvidan que un entrenador gano el año anterior. Los niños olvidan los sacrificios de los padres. Los estudiantes se olvidan de quien les enseño…Sufrimos muchas clases de amnesia. Olvidamos nombres, fechas, lugares e incluso los nombres de viejos amigos….Afortunadamente, la mayoría de las cosas que olvidamos no son tan serias en algunos casos, pero el olvido en el reino espiritual es mas serio y que trae consigo consecuencias. En Deuteronomio Moisés dirigió sus palabras de despedida al pueblo de Dios. Les advirtió para que no olvidaran la actividad de Dios en su pasado y en la abundancia de su presente….Dios sostiene cunado no somos nadie y no tenemos nada. Muchos nos olvidamos de El cuando somos alguien y tenemos algo…Así continuaba el desarrollo del sermón, hasta cuando nuestro pastor dijo: Así que la recomendación o indicación del mensaje esta mañana es clara y fácil de retener. Lo primero que quiero compartir es:
Guardaos de olvidar a Dios cuando la vida va bien: La realidad del olvido esta en las palabras siguientes “Cuídate de no olvidarte de Jehová Dios (v. 11). Esto no se refiere a simple falta de atención. Se pueden recordar cosas sobre Dios mientras olvidamos a Dios. incluso en medio de la iglesia, la realidad de Dios puede desvanecerse y dejar de ser un principio gobernante. La abundancia embota el filo de tu conciencia de Dios. Resulta una contradicción fundamental que podamos olvidar al que esta presente siempre en todas partes…Durante cuatro décadas los hebreos habían vagado como nómadas, como modernos beduinos. Estaban a punto de establecerse en localidades permanentes, empezarían a acumular internamente, serian saciados con comidas mas que suficiente. Exteriormente, su ganado, ovejas y camellos serian mas vigorosos y fuertes que los de su vida errante; empezarían a acumular metales preciosos que nunca tuvieron como nómadas. Durante sus años como vagabundos habían estado en los límites de la pobreza y nunca acumularon nada. Ahora acumularían y se olvidarían de Dios….Decía nuestro pastor, puedes contar con ello. Cuando tienes poco vives dependiendo de Dios. Cuando tienes una casa grande, un buen automóvil, una jugosa cuenta en el banco; te puedes fácilmente olvidar de Dios.
El resultado de olvidar a Dios es una autosuficiencia arrogante: El olvido espiritual conduce a una actitud que “se llegue a enaltecer tu corazón” (v. 14). El orgullo se aloja en el lugar de tu personalidad, tu corazón. El orgullo crece en el corazón cuando olvidas tu pasada dependencia absoluta de Dios. Israel había olvidado el foso y el camino de su pasado. La misma vida de Israel dependía de la protección y provisión de Dios. Agua y comida salieron de la imposibilidad. La fuerza para la vida nómada venia solo de Dios…...La mayoría de nosotros tiene una experiencia de desierto, los recursos son escasos, vivimos la día, el futuro es inseguro. La provisión de Dios es una realidad viva. Pero entonces las cosas van bien y nos olvidamos de que Dios sostenía cuando teníamos poco. El olvido lleva a una confesión arrogante. Tu puedes decirte: “Mi fuerza y el poder de mi mano me han traído esta prosperidad” (v. 17). Nota que te dices esto a ti mismo, puedes todavía adorar a Dios y darle gracias en público, pero te felicitas a ti mismo. Tú estudiabas mientras otros estaban jugando, trabajabas mientras otros dormían, tú eras agudo mientras otros eran “entupidos” fuerte verdad, etc. etc. Exteriormente puedes realizar actos de alabanza a Dios, pero en tu interior te felicitas a ti mismo. Tu energía y habilidad lo hicieron todo. Dios se desvanece y desaparece.
La recuperación de olvidarnos de Dios es un recuerdo deliberado: ¿Cómo superas la amnesia espiritual? Un esfuerzo deliberado de memoria inicia la recuperación. Recuerda que solo Dios sostiene tu vida (v. 18). Necesitas sentarte y, si es necesario, escribir las provisiones para tu vida. Si repasa tu vida en la memoria, descubrirás que era solamente Dios quien proveía cuando la provisión era necesaria…El mensaje de Deuteronomio es que solo Dios es el autor de las provisiones de la vida. Recordemos además que Dios nos sostiene a causa de su fidelidad, no por nuestros meritos. Dios confirmo su pacto que juro a tus padres (v. 18b). Las bendiciones en la vida son el resultado de su propia promesa, no de nuestra cambiante perfección. El bendice porque es fiel a su propia palabra a su propio nombre…Nos recuperaremos del olvido o amnesia espiritual, cuando recordemos que todo lo que somos y tenemos es el resultado de su fidelidad a su palabra y a su pacto
Dios bendiga cada día la vida de nuestro pastor, ya que El lo usa para bendecir el cuerpo de Cristo.
Bastián Ganga
Dpto. Informática IMP. de Miami - USA
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