Hay un acto muy significativo que es digno de destacar el cual realizó nuestro pastor. Al concluir nuestro servicio en nuestra congregación, donde asiste una persona desamparada con cierta regularidad (vagabunda y en algunas ocasiones un poco bebida) su nombre es Alfonso de nacionalidad cubana, El quiso participar de la Cena del Señor pero se sintió indigno de tomar parte de la ceremonia en el culto, y cuando nuestro pastor se fue al estacionamiento para irse a casa se acercó y le comento su pesar. El siervo del Señor mando a buscar los elementos pan y vino y en medio del estacionamiento le impartió la Cena del Señor. Los que estuvimos ahí viendo este acto de humildad ante el Señor, fuimos impactados de lo alto al ver la sensibilidad de su siervo y no condicionar lo que Dios le estaba pidiendo a través de esta persona que tiene una preciosa alma que salvar, que sin apariencia y mal vestida a nuestros ojos, pero con valor incalculable para nuestro buen Señor.
lunes, 20 de diciembre de 2010
UN ACTO DE HUMILDAD
Hno. Alfonso, Pastor Rodrigo y Hno. Erasmo.
Hno. Alfonso recibiendo el Santo Sacramento.
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