RECORDEMOS A NUESTRA MADRE – 2 TIMOTEO CAP. 1: 5
Pastor: Rodrigo E. Zúñiga
Es posible que muchos ya no recuerden quien fue Ana Jarvis. Sin embargo, esta dama norteamericana hizo algo que tuvo repercusión en todo el mundo. Fue en 1907 que sugirió que se dedicara un día para agradecer a Dios por nuestras madres. En realidad, fue ese año que tuvo éxito, ya que había estado luchando por su idea durante casi cincuenta años. Primero fue apoyada por su ciudad en Virginia Occidental, luego por el Estado, y posteriormente por el mismo presidente Woodrow Wilson, quien en 1914 hizo una declaración apoyando la idea y fue respaldado por el congreso de los Estados Unidos. Después, muchos otros países hicieron lo mismo…En la actualidad, El Día de la Madre se festeja en todas partes…..Con eso, si somos cristianos, cumplimos con parte de uno de los Diez Mandamientos y con otros preceptos bíblicos. Hacemos también algo que es absolutamente natural, ahora la pregunta es ¿Quién puede decir cuál es el valor de una buena madre o hasta donde llega su influencia? Analicemos un poquito este texto y rindamos tributo a nuestras madres presentes, y honremos la memoria de aquellas que no están con nosotros, las que se han ido las cuales extrañamos, pero su legado sigue vigente y perdurara en nuestra memoria
I. Recordemos su carácter: Con esto nos referimos a su integridad, su fuerza interior y su fortaleza moral. De hecho, el carácter de una madre es lo que hacer ser lo que es. De allí surgen todas las virtudes de su vida. Si tenemos la dicha de que nuestra madre haya sido cristiana, nada puede habernos influido más que su ejemplo al servir a Cristo. Las madres nos corrigen en aquello que podemos considerar pequeño, como las palabras indebidas o faltas de respeto, pero que son las señales del carácter que se va formando. Ej: El gran predicador G. Campbell Morgan decía que cuando comenzó a predicar lo hacía repitiendo lo que había oído a su madre. Lo interesante que aquellas primeras “predicaciones” eran cuando tenía ocho años y hacia que su hermana se sentara entre sus muñecas para formar su congregación.
II. Recordemos sus sacrificios: Cuando hablamos de las madres, por supuesto que pensamos en todo lo que significa la maternidad. Ellas nos llevaron por largos meses en su seno y pasaron por un trance doloroso, quizá con riesgo de su vida, cuando nacimos. Después organizaron toda su vida para poder alimentarnos, cuidarnos, atendernos cuando estábamos enfermos y ayudarnos en las tareas escolares. De una forma u otra, se dieron a si mismas por nosotros…..Ej. David Lloyd George fue un gran primer ministro inglés. Cuando El era pequeñito, su madre debió llevarlo por las colinas de Gales en medio de una tormenta de nieve. Unos días después, cuando notaron que ella no llegaba, salieron a buscarlos. Encontraron que la madre había muerto congelada, pero que el niño se había salvado porque ella lo había envuelto con su propia ropa. Por supuesto, El nunca lo olvido…..Mencionamos también a la madre y la abuela de Timoteo, a quienes Pablo recordaba como las maestras de la Biblia de quien llego a ser su ayudante más querido. Como el esposo de Eunice no era creyente en el verdadero Dios, pensamos que esa buena mujer debe de haber hecho muchos esfuerzos para guiar a su hijo por el buen camino.
III. Recordemos su fidelidad al Señor: Quienes han tenido la bendición de una madre creyente, deben (mos) agradecer muy especialmente a Dios. Si miramos nuestras congregaciones veremos que buena parte de su liderazgo son madres de familia; de hecho, sin ellas las iglesias (congregaciones) no podrían funcionar. Si vamos al campo misionero, notamos la importancia que tienen las esposas de quienes están en el extranjero y deben criar allí a sus hijos. Es notable como el Espíritu Santo de Dios puede usar talentos que hacen de una mujer una buena madre para bendición de la iglesia, el cuerpo de Cristo…en el libro de Proverbios el escritor sagrado brinda una descripción deslumbrante de una madre en el capítulo 31 en los entre los versículos 10 al 31 que es realmente una clara descripción de una mujer de acuerdo al corazón de Dios, esta mujer es una excelente esposa y madre. Algunas personas tienen la idea errónea de que la mujer ideal en la Biblia es retraída, servil y completamente casera ¡No es así!…Recordemos a la madre en su día, pero hemos de hacerlo siempre, honrándolas mientras viven, e imitando sus virtudes cuando ya no están con nosotros. Al mismo tiempo, toda madre debe agradecer a Dios por el privilegio de serlo y pedirle que le ayude a cumplir sabiamente su importante misión, que marcara la diferencia en este mundo para la gloria de Dios…..Oremos al Señor y demos gracias a El por este ser tan especial…Abraza a tu madre hermano, abrázala y bendice su vida...OH Gloria a Dios….
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