LA SANGRE DE CRISTO – HEBREOS CAP. 9:22
Pastor: Rodrigo E. Zuñiga
El siglo pasado, cuando el evangelista D. L. Moody hizo por primera vez un viaje a Inglaterra para una campaña de evangelización, los periodistas lo recibieron en el barco y le preguntaron si El tenía un credo. El dijo, “Si”. Ellos rápidamente empuñaron sus plumas para escribir su declaración de fe. Entonces el evangelista cito Isaías 53:5: “Pero El fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestros pecados. El castigo que nos trajo paz fue sobre El, y por sus heridas fuimos nosotros sanados”…..La Biblia nos recuerda, una y otra vez, que Cristo murió por nosotros. El Antiguo Testamento nos cuenta del sufrimiento y muerte de Jesús incontables veces. El Nuevo Testamento lo menciona cerca de 200 veces. La historia de “la sangre de Cristo” puede ser trazada desde Génesis hasta Apocalipsis…Los escritores de himnos han cantado la historia: “Hay una fuente sin igual de sangre de Emmanuel, en donde lava cada cual las manchas que hay en El”….Cristo derramó su sangre por nosotros. Ahora, nos hace mucha falta preguntarnos esta importante pregunta ¿Qué significa la sangre de Cristo?
Tenemos redención mediante la sangre de Cristo: Dicho simplemente, somos salvados por su sangre. Hebreos 9:12 dice que por el sacrificio de Jesús tenemos “eterna redención”. El apóstol Pablo habla de “volver a comprar” o de la redención en Efesios 1:7 “En El tenemos redención por medio de su sangre, el perdón de nuestras transgresiones, según las riquezas de su gracia.”….Ese es el mensaje de Romanos 3:24,25 que declara: “Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús…como expiación por la fe en su sangre…”….El hombre es tenido cautivo por el pecado y está en la prisión del pecado. Esta esclavizado y necesita liberación y libertad, como lo estuvo ud. y yo. Por eso es que Cristo vino: a darnos libertad…OH, gloria a Dios….El hombre esta esclavizado por su naturaleza pecaminosa. Si alguien duda de esta verdad, que eche una mirada a su propio ser interior o que lea Efesios 2: 3 que dice: “En otro tiempo…por naturaleza éramos hijos de ira…” ¡Hasta el Antiguo Testamento dice que muy pronto después del nacimiento hablamos mentiras! Hasta los preciosos niños pequeños tienen una naturaleza pecaminosa. Estamos esclavizados y necesitamos redención de esta condición que nos persigue….Necesitamos libertad de esa tendencia pecaminosa…Alabado sea su nombre
Tenemos paz mediante la sangre: Los alborotos y las contiendas abundan en torno nuestro. El hombre está en guerra consigo mismo. De la misma manera vemos frecuentemente a las familias en guerra entre ellas, y trágicamente los hogares cristianos no están exentos de esa situación. Tras las puertas cerradas las batallas siguen con algunos, aunque los vecinos no lo sepan. Lo que esa gente tiene que entender es que Cristo murió en la cruz de modo que esa “paz” pueda ser experimentada. Colosenses 1: 20 dice: “Haciendo la paz mediante la sangre de su cruz”. Clamemos y vivamos en esa paz…..Que tremendo es ver nuestra tierra bombardeada y destruida porque el hombre no ha aprendido a vivir en paz. La guerra de Vietnam duro muchos años, matando incontables millares de personas en ese país distante y extinguiendo la vida de 55.000 soldados de los Estados Unidos. Francia antes que los Estados Unidos había peleado por años en ese país, perdiendo millares de soldados. Y una y otra vez se dan otras clases de guerras no militares: guerras de drogas, trata de blancas, y disputas económicas…Cristo vino a darnos una paz duradera, pero no podemos conocer ese fin de hostilidades hasta que lo reciban a Él y solo El cómo Príncipe de paz…Aleluya
Tenemos un refugio del pecado por la sangre de Cristo: En el Antiguo Testamento el sumo sacerdote entraba en el lugar santísimo una vez al año en el día llamado “Día de la Expiación”. Entraba al lugar sagrado y rociaba sangre encima del propiciatorio del arca del pacto. Ese acto cubría simbólicamente los pecados de la gente por ese año. El rito tenía que repetirse al año siguiente…….Cuando Jesús murió en la cruz, el velo del templo se rompió (rasgo) de arriba abajo. Ahora cada uno de nosotros puede entrar al “lugar santísimo” por si mismo, continuamente. La sangre de Jesucristo ha sido derramada para que no tengamos una cubierta temporaria, sino una que es eterna, Aleluya…Nuestros pecados son apartados para siempre. Cristo es la propiciación o cubierta satisfactoria para nuestros pecados (1JN. 2: 1). ¡Y ahora el pecado es borrado para siempre!...Santo es nuestro Dios, Aleluya
Tenemos limpieza de pecado: Primera de Juan 1: 7 dice: “La sangre de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado” Cada cristiano debemos marcar y aprender de memoria esta pepita de oro de la Palabra de Dios. Esta promesa nos dice que tenemos limpieza continua de todo pecado. La promesa es universal: Nos limpia de Todo pecado. ¿Cuáles son nuestros pecados? No importa. No tenemos que revelar las manchas y desdoros que hemos experimentados en nuestras vidas, porque ahora todas han sido quitadas. Han sido echadas en lo más profundo del mar. No deben ser recordadas contra nosotros ya….Aleluya, Tampoco es una licencia para pecar, verdad que El es grande…..En el Antiguo Testamento vemos la terrible historia de Manases. El hijo del buen rey Ezequías no anduvo en los caminos de su padre. Hizo mal a la vista del Señor. El sacrificaba los niños hebreos en los altares levantados a Baal y a Moloc y practicaba hechicerías y encantamientos. Dios lo afligió por sus pecados y lo hizo llevar en cautividad. En la tierra de esclavitud, Manases clamó al Señor, quien lo escucho y contesto su oración (2 Crónicas 33)…Todos nosotros podemos tener perdón y la limpieza de todos nuestros pecados si solamente clamamos al Señor por ese perdón. La buena noticia de la cruz es que Jesús murió por nosotros. La sangre derramada de Jesús quita toda mancha de nuestro pecado. Podemos decir ¡Aleluya, gloria a Dios! Por este efecto limpiador de la sangre de Jesús...Amen
Nosotros somos hechos cercanos por la sangre de Jesús: ¿Hemos querido acercarnos a Dios? Efesios 2: 13 declara: “….habéis sido acercados por la sangre de Cristo” Cuando Moisés recibió la ley en el monte Sinaí, los hijos de Israel tuvieron que mantenerse alejados para no morir (Éxodo 14: 1,2). Pero ahora, en la gracia, de Cristo ha muerto por nosotros y podemos acercarnos a Dios sin temor (se recuerdan que dije hace algunas semanas que si queríamos acercarnos a Dios, El tendría suficientes razones para acabar con nosotros, por muchos motivos, ¿se recuerdan?) Tenemos acceso a Él. Hebreos 4: 16 nos dice: “Acerquémonos pues, con confianza al trono de la gracia…”Podemos servir a Dios en completa seguridad. En verdad podemos ir a trabajar por Dios y encontrar su autorización y bendición sobre nuestros trabajos para El……………Termino diciendo lo siguiente, cuando Jesús murió en la cruz dijo: “Consumado es” (Juan 19: 30). Su sangre cumplió nuestra redención y nos puso en una gloriosa relación con El. Esa sangre derramada está disponible para borrar la iniquidad de todo incrédulo y darle a cada persona vida eterna. Todo el que confía en que Jesús dio su vida por nosotros puede vivir eternamente…Ud. que vino hoy a escuchar el sermón, quiero invitarle a reflexionar a esta pregunta ¿Se ha arrepentido de su pecado y le ha pedido al Salvador que le perdone? Ese paso de fe puede darlo cualquiera sin temor al rechazo, Aleluya...Necesitas confiar en Jesús para salvación ahora……Santo es tu nombre Señor…cierre sus ojos y oremos……
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