¿COSECHAMOS LO QUE SEMBRAMOS?
GALATAS CAPITULO 6: 7-9
PASTOR: RODRIGO E. ZUÑIGA
La fundación de los Estados Unidos de Norteamérica (4 julio 1776) como nación fue algo jamás visto antes. Nunca, a lo largo de la historia había existido un país del pueblo, por el pueblo y para el pueblo y además con libertad religiosa. Esto fue posible, porque de los 56 signatarios de la Declaración de Independencia, 54 eran cristianos, hombres que entendían la poderosa influencia que el Salvador podía tener en todas y en cada una de las vidas de las personas…..Estos hombres buscaron la sabiduría de Dios al crear la base de lo que llegaría a ser la nación que conocemos y amamos hoy. Sembraron fe, oración, confianza en su Palabra, obediencia a sus mandamientos, y el Señor los bendijo por su fidelidad. Han sido 235 años de historia de esta nación desde que se escribió esta declaración de independencia en Philadelphia, escrita por Thomas Jefferson. Hoy damos una mirada atrás a lo que esos hombres hicieron por el bien de este país y el reto o desafío que hoy nosotros enfrentamos.
Al mirar el futuro es normal que reflexionemos acerca de la condición espiritual y moral de nuestra nación, (digo nuestra porque Dios nos ha permitido vivir en ella y formar nuestro hogar aquí, aun sabiendo que es temporal, ya que nuestra ciudadanía es celestial ¿verdad?) y del papel que desempeñamos como cristianos. Hagámonos estas preguntas: ¿Continuara nuestra sociedad alejándose del Señor? ¿Qué clase de país heredaran nuestros hijos? ¿Disfrutaran de libertad religiosa?.....Es difícil predecir hacia donde se enrumba la nación, y tal vez mas difícil cambiar su rumbo. ¿Hay algo que podamos hacer para dirigir a Estados Unidos en la dirección correcta?
Quiero animarle hoy con un importante principio que el Padre Celestial nos ha dado en las Sagradas Escrituras. Lo que hemos leído en Gálatas capitulo 6 versículos 7 al 9 nos sirve para reflexionar y meditar hoy, porque es demasiado importante y tiene carácter de urgente…..En otras palabras, cosechamos lo que sembramos, más de lo que sembramos, después de sembrado. Pregúntele esto a cualquier agricultor y le confirmara este principio. Uno no puede sembrar frijoles y cosechar arvejas. Si uno siembra semillas de tomate, no puede esperar tener un huerto de manzanas……Por que es importante esto? Porque, como cristianos, debemos sembrar valores piadosos y ser los representantes de Dios en nuestra sociedad. Así como nuestros fundadores hicieron un increíble impacto en nuestra nación, imaginémoslo lo que sucedería si los cristianos en EE.UU cayéramos de rodilla buscando la voluntad de nuestro Padre Celestial, y le obedecemos sin reservas. No hay manera tan poderosa de expresar como El podría transformar nuestra sociedad….la pregunta es ¿Cómo hacerlo? Y es aquí donde quiero que veamos como:
En primer lugar, Necesitamos volver a la Palabra de Dios: Cuando EE.UU fue fundado, las iglesias enseñaban fielmente la verdad de la Biblia. Desafortunadamente, con el paso del tiempo, la teología liberal comenzó a influenciar los mensajes predicados en los pulpitos. Los pastores comenzaron a poner en duda la divinidad de Jesús, y alejarse de la predicación del Evangelio. Nuestra sociedad comenzó a deteriorarse espiritualmente…Para que nuestro país vuelva al Señor, tenemos que regresar a la verdad. Como creyentes debemos ser sinceros, valientes y fieles, poniendo en práctica los principios cristianos que decimos creer. No hay cabida para tranzar principios bíblicos establecidos, la tolerancia No significa hacer ajustes a la Palabra del Señor…Aleluya…No debemos nadar a favor de la corriente de este mundo, el mensaje es claro “el mundo nos aborrecerá” Pero mayor es el que está en nosotros…Alabado sea su nombre…
En segundo lugar, Necesitamos orar: El apóstol Pablo enseño: “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad” (1 Tim. 2: 1-2). Los líderes de esta nación están en manos de Dios, y El puede cambiar sus corazones y sus mentes (Pr. 21: 1)…Si como nación elegimos apartarnos del Señor, El dejara que enfrentemos las consecuencias de nuestras decisiones. Pero si volvemos a Él en oración, y de rodillas damos la batalla por esta nación, El ha prometido: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces Yo oiré desde los cielos, y perdonare sus pecados, y sanare su tierra” (2 Cr. 7: 14)
En tercer lugar, Debemos estar firmes, y participar: No podemos permitirnos ser cobardes; tenemos la responsabilidad de predicar el nombre del Señor Jesucristo con convicción, y obedecerle con confianza. El núcleo espiritual de nuestra nación necesita ser restaurado, y tenemos que comenzar nuestra misión con la casa de Dios (1 P. 4: 17). Si somos sinceros con nosotros mismos y con el Padre Celestial, debemos reconocer que la iglesia ya No es el ejemplo para el mundo que alguna vez fue. Para que Dios nos restaure y volvamos a ser faro de esperanza y de santidad que fuimos antes, tenemos que estar dispuestos a humillarnos delante de El, y ser la luz que el Señor nos ha llamado a ser (Mat. 5: 14-16)
Si en verdad queremos cambiar el rumbo espiritual de este país- sembrando santidad para poder cosechar una nación que honre a Dios- necesitamos examinar nuestras vidas, y preguntarnos: “Señor: ¿De qué modo estoy contribuyendo con la manera en que te ve esta nación? ¿Está mi vida reflejando lo que tú quieres que ella sea? ¿Estoy marcando la diferencia por el bien de tu reino? ¿Estoy sembrando las actitudes y las acciones que te honran?.......Necesitamos volver a la verdad de la Biblia, orar y poner en práctica nuestras convicciones. Debemos sembrar la santidad que esperamos cosechar. Porque si lo hacemos, Dios ha prometido escuchar nuestro clamor y sanar nuestra tierra, llevando a los habitantes de este país al arrepentimiento y a la confianza en Jesucristo como su Señor y Salvador. ¿Estamos dispuestos a escuchar su llamado, y confiar en sus promesas?.....El futuro eterno de las personas que habitan en esta nación dependen de nuestra respuesta….Oh Aleluya….Dejemos un legado digno de ser imitado para la gloria de Dios….Oremos en el nombre de Jesús…
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