lunes, 11 de julio de 2011

ESCUELA DOMINICAL

ESCUELA DOMINICAL

PASTOR: EUGENIO ORELLANA

Nuestra escuela dominical ha ido avanzando en lo que nos ocupa, que es la vida de los doce apóstoles, hombres comunes y corrientes igual que ud. y yo, que tuvieron la gran bendición de vivir en el tiempo en que Jesús vino a este mundo, la vida de cada uno de ellos fue interesante y desarrollaron un papel importante en el ministerio de nuestro Señor aquí en la tierra, el llamamiento, sus oficios, la ciudad de procedencia, el carácter en fin tantas cosas que hemos descubierto y aprendido a través de este estudio. Hemos llegado casi al final del libro solo faltando algunos de ellos por estudiar. Hoy estamos analizando y estudiando la vida de Mateo, el cobrador de impuestos y Tomas llamado Dídimo (gemelo) al cual el Señor llamó incrédulo.

Mateo, analizamos su llamamiento, era un hombre que trabajaba como cobrador de impuestos para el gobierno romano. Obviamente, los cobradores de impuestos obtenían una cierta cantidad que era legítima por trabajar para el gobierno. Pero había un acuerdo tácito entre el emperador y ellos según el cual podía aplicar cualquier otro cargo e impuestos adicionales, y se les permitía quedarse con un porcentaje de eso. Había dos clases de cobradores de impuestos, los gabbai y los mokkes que en algún momento detallaremos la diferencia entre ambos. Según el propio relato de Mateo, Jesús lo vio sentado en el banco de los impuestos y simplemente le dijo: “Sígueme”. Instantáneamente y sin ningún tipo de vacilación, Mateo “se levanto y le siguió”. Abandono la oficina de impuestos. Salió de detrás de su escritorio y se alejo para siempre de aquella odiada profesión. ¿Qué había en un hombre como Mateo que lo hizo dejar todo aquello en un instante? Podríamos asumir (y es aquí cuando nuestro profesor nos hizo meditar y analizar profundamente en la decisión de Mateo de dejarlo todo? ¿A que se estaba refiriendo? Y nosa hacíamos varias hipótesis. Podríamos asumir que era un hombre materialista. O en algún momento tiene que haberlo sido, porque si no fuera así jamás habría buscado un trabajo como aquel. ¿Por qué, entonces dejo todo para seguir a Jesús sin saber que le depuraba el futuro? La mejor respuesta que podemos deducir es que a pesar de todo lo que el alma torturada de Mateo había experimentado, debido a la profesión que había escogido, muy dentro de El era un judío que conocía y amaba el Antiguo Testamento. Estaba espiritualmente hambriento. En algún punto de su vida, probablemente después de haber escogido aquella despreciable carrera, empezó a sufrir un hambre espiritual que lo corroía y se transformo en un verdadero buscador. Por supuesto, Dios lo estaba buscando para atraerlo a El, y esa atracción, cuando se produjo, resulto irresistible

Tomas, el pesimista. Con frecuencia se le llama “Tomas, el incrédulo”, pero esa quizás no sea la etiqueta que le quede mejor, porque fue un hombre mejor de lo que la opinión popular parece suponer. Probablemente sea justo, sin embargo, decir que Tomas era una persona un tanto negativa. Se preocupaba por todo y era intranquilo. Tendía a la ansiedad. Es obvio por el relato de Juan que Tomas tenia la tendencia de solo mirar los lados más oscuros de la vida. Siempre parecía anticipar lo peor. Pero no obstante su pesimismo, a través del relato que hace Juan es posible ver algunos elementos maravillosamente redimidos de su carácter.

Cuando estábamos analizando la vida de Tomas surgió la pregunta ¿Por qué Jesús fue tan drástico con Él? Al decirle incrédulo, ¿Acaso no había una estrecha relación con los discípulos y Jesús? ¿No pudo haber sido en tono de broma al decir, sino viera sus manos o si no metiera mi mano en su costado…? ¿No sería que los otros discípulos pensaban lo mismo y El se atrevió a decirlo? Por esta afirmación es que se le llego a conocer como “Tomas, el incrédulo”. Pero no seamos tan duros con El. Recordemos, los otros discípulos tampoco creyeron en la resurrección hasta que vieron a Jesús. Por supuesto, no era necesario que nadie le dijera a Jesús lo que había dicho Tomas. Así es que, Jesús miro a Tomas directamente a los ojos, y le dijo: “Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente”. Entonces Tomas hizo lo que fue probablemente la más grande afirmación jamás salida de los labios de los apóstoles: “Señor mío, y Dios mío”. Que aquellos que dudan de la deidad de Cristo escuchen las palabras de Tomas. De pronto, la melancolía, el desconsuelo, el negativismo las tendencias a la depresión de Tomas desaparecieron para siempre. Y en ese momento, fue transformado en un gran evangelista. Poco tiempo después, en Pentecostés, junto con los otros apóstoles, fue lleno con el Espíritu Santo y recibió poder para el ministerio. El, como sus compañeros, llevo el evangelio hasta lo último de la tierra. Hay una cantidad considerable de antiguos testimonios que sugieren que Tomas llevo el evangelio hasta la India. Aun hoy existe un pequeño cerro cerca del aeropuerto en Chennai (Madrás), India, donde se dice que Tomas fue sepultado.

Esperamos que para nuestros amigos y visitas a este blog sea de bendición, lo único que queremos es exaltar el nombre que es por sobre todo nombre, Jesucristo nuestro Señor y Salvador

Informática IMP. Miami USA.

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