miércoles, 21 de septiembre de 2011

UNA FE VALIOSA

UNA FE VALIOSA – 1 SAMUEL 14: 6-16

PASTOR: RODRIGO E. ZUÑIGA

Saludamos a los países que están celebrando su aniversario patrio ellos son: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Honduras, México y Chile y a nuestros hermanos aquí presentes que representan a sus países de origen, Dios bendiga la tierra que un día nos vió nacer y que hoy por diferentes razones hemos llegado a esta nación Norteamericana, hoy a la distancia deseamos bendición de Dios para cada uno de nuestros países aquí representados, de manera muy particular deseo en el Señor felicidades a mi país Chile en sus 201 años de vida republicana y que se cumpla la promesa que un día Chile será para Cristo.

La siguiente es una historia de fe destacada y deseo compartir con ud. esta mañana este relato bíblico porque es una valiosa enseñanza de lo que puede hacer nuestro Dios cuando realmente le creemos y la encontramos en el primer libro de Samuel…Un ejército filisteo había rodeado al pueblo de Dios, ya eso nos dice algo no es así. El rey Saúl y seiscientos hombres no tenían ni la fe ni el coraje para dar batalla a sus enemigos. Jonatán, el hijo de Saúl, un día le dijo a su paje de armas: “Vamos, deshagámonos de los filisteos y liberemos a nuestro pueblo” Jonatán tenía una fe que realmente valía la pena…..Nosotros necesitamos una fe con esas características, más aun sabiendo que todo lo que hagamos bajo la poderosa dirección de nuestro Dios será una victoria indiscutible…Hoy deseo predicar bajo ese título de “Una fe valiosa” Hoy el Señor a través de su Santo Espíritu hablara a nuestros corazones.

Una fe valiosa es una fe que continúa: Algunos dicen que tienen fe, pero muchas veces esa fe es vacilante, débil sin desarrollo o sin valor. Saúl parecía tener una “fe espasmódica” ¡Algunos tienen una fe que les da “espasmos”!. Nosotros podemos tener una fe que no fracasa, porque una fe que continúa está anclada realmente en Dios: Jonatán dijo a su amigo: “Ven, pasemos…..quizá haga algo Jehová por nosotros” (14: 6). El confiaba en Dios. Se daba cuenta que Dios era su apoyo. El creyó en el Señor del cielo y lo arriesgó todo por El……Dios nunca falta a su pueblo. El es poderoso, eterno, sabio. Nosotros podemos confiar en Él y seguirle. El es la fuente de nuestra esperanza. La fe continúa si tiene el ancla divina y descansa en dios así como lo hizo la de Jonatán. Porque nuestro Dios es grande. Y nuestra fe continuara viviendo si esta puesta en Dios…….Una fe que continúa tiene fundamentos sólidos: No está construida sobre el fundamento falso de los recursos humanos. Jonatán fue a la pelea con medios y recursos limitados. El tenía a Dios y poco más y eso es más que suficiente Aleluya…Los filisteos tenían 30.000 carros, 6.000 jinetes y 2.000 hombres de infantería. ¡Jonatán y su amigo tenían dos espadas ordinarias y un escudo! Ellos no dependieron de los medios físicos, porque no tenían aquello de lo cual jactarse……Como salimos para conquistar al enemigo? Si Dios pone mucho en nuestras manos, podemos usarlo bajo su dirección. Si tenemos poco, no debemos vacilar. Estamos armados con la Palabra de Dios, la oración y la presencia del Espíritu Santo. Podemos atacar las fortalezas de Satanás y ganar porque tenemos la fe en Dios

Una fe valiosa es una fe contagiosa: Una fe buena se transmite a otros, es infecciosa. Jonatán tenía esa clase de “fe contagiosa” ahora la pregunta es ¿Qué es lo que hará una fe así? Una fe contagiosa recluta a otros: Hace que otros continúen. Cuando Jonatán habló a su paje de armas, el muchacho desconocido, dijo: “Haz todo lo que tienes en tu corazón; ve, pues aquí estoy contigo, a tu disposición” (1 Samuel 14: 7). Aquel debe haber sido un momento emocionante….Y qué momento cuando Andrés dijo a su hermano: “Vamos, Pedro, he encontrado a Jesús, el Mesías” Y los dos corrieron juntos. Su fe y mi fe moverá a otros para que se unan, eso es contagiar e influir a otros….La fe contagiosa capacita a otros: En esta clase de fe se libera una fortaleza sobrenatural. Apenas Jonatán y su paje de armas comenzaron a “tomar” a los filisteos, Saúl y sus seiscientos hombres salieron de su escondite y se presentaron otra vez contra los enemigos…..El entusiasmo espiritual corrió por todo el campo, puede ocurrir otra vez en nuestros días ¡Vamos hacia delante en el nombre de Jesús, El es el Señor!, Aleluya, bendito sea Su nombre….Jesús nos llama hoy para que vayamos hacia la victoria. Los pastores, maestros y otros líderes debemos ir con fe. La fe contagiosa capacita y recluta a otros. Amen

Por ultimo, una fe valiosa es una fe conquistadora: Jonatán y su amigo ganaron una gran victoria. La fe puesta en acción lo hizo. En 1 Juan 5: 4 se dice que la fe vence al mundo y da la victoria. En Hebreos 11: 33 se afirma que la fe conquista reinos. Edifica iglesias, prepara hombres y mujeres, los capacita, no debemos solo “mantener” lo que tenemos vamos por mas en el nombre de Jesús. Una fe Conquistadora no Presta Atención al Ridículo: Los enemigos de Jonatán dijeron: “Subid a nosotros, y os haremos saber una cosa”. Aquellos filisteos pensaron que podían divertirse con Jonatán….La fe desarmará las palabras que se hablen en contra nuestra. Los jóvenes y las señoritas en la escuela u universidad pueden vivir para Cristo. Los comerciantes y los trabajadores pueden también conquistar el ridículo. Una fe victoriosa nos guía hacia la conquista…..Una fe Conquistadora Cree que Dios Suplirá Cada Necesidad: Una persona que confía en Dios no está aislada de dudas o temor. Aun las personas mas grandes en la fe han admitido sus luchas; ellos no niegan el efecto paralizante de la duda. Y, sin embargo, los fieles creen que la victoria esta últimamente en las manos de Dios y de su pueblo. Dado que Dios no fracasa, la fe nos guía a creer y confiar en El…….El Señor nos ofrece hoy una fe valiosa. Con esa fe podemos vivir y servir a Dios en cada área de acción. Podemos tener victoria si por la fe estamos del lado de Dios. ¡Pongámonos hoy en el ejercito del Maestro!....Aleluya, es un reto, un desafío apliquemos lo que El nos lo ha entregado….Amen, oremos al Señor Jesús

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